CONTRA UNA PARED
C.D. EJIDO - C.D. LA VIRGEN DEL
La tarde de negros nubarrones dio una tregua en La Granja. Se
Independientemente de que queda mucho por mejorar, lo que es evidente es que la diferencia entre los equipos de primer año y los de segundo es abismal. A estas edades se nota mucho en todos los aspectos, en el físico, en la concentración, en la colocación, en la coordinación… Como ejemplo baste el partido del sábado o de otros similares en los que el equipo rival deja continuamente dos defensas cerca del medio del campo, mientras que arriba están cuatro contra seis de los nuestros que, a base de coraje intentan salir hacia adelante y cuando al fin lo consiguen, generalmente a través de la velocidad de Mario, les están esperando, frescos, aquellos dos defensas que tranquilamente despejan el peligro.
Siempre ha sido así y yo no sé si habría alguna solución, quizá hacer un grupo a parte con los cuatro o cinco equipos de primer año que pueda haber en cada grupo de prebenjamín y que jugasen una liga a doble vuelta, o no sé, a lo mejor es difícil encontrar una solución adecuada. En cualquier caso, creo que es importante relativizar este tipo de goleadas exageradas, tanto para los que las reciben como para los que las consiguen, de lo que se trata es de contribuir a la formación de personas, en este caso a través del deporte, no a crear pequeños “monstruos” que disfruten machacando al contrario. Puede que esté exagerando un poco, pero pienso que en estos primeros años el objetivo es ir aprendiendo, ir mejorando, superarse, intentarlo. En el aspecto deportivo, ahí están los técnicos que saben de esto, en lo demás, es decir, en convencerles de que el primer año es así, que ya llegaran las victorias, que lo de menos es que se pierda, y por cuánto se pierda, que “su liga” es la de los cuatro o cinco últimos equipos que es a los que se puede ganar y a los que hay que intentar ganar. Y en esto debemos colaborar todos (por cierto, la afición otra vez sobresaliente animando en los malos momentos), de lo contrario se corre el peligro de que acaben odiando lo que con tanta ilusión han empezado a hacer.
Otro día espero hablar sólo del partido.
¡¡¡ANIMO CHICOS!!!
( cronica de Roberto Bances )
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