martes, 22 de marzo de 2011

c.d. la virgen del camino - c.d. loyola





    MÁS DE LO MISMO
   C.D. VIRGEN DEL CAMINO B  -   LOYOLA A                20-03-2011
    Mañana primaveral en “Las piscinas” con un extraordinario ambiente y unas condiciones idóneas para jugar al fútbol. Previamente al inicio del choque, se guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del terremoto de Japón.
    El partido en sí tuvo poca historia, la superioridad del Loyola fue manifiesta y no hay nada que objetar a su victoria. Los nuestros bastante hicieron con intentar frenar las acometidas continuas y vaciarse ante tremendas “torres”, cual Quijotes luchando contra molinos de viento. Hasta aquí pocas novedades; quizá un aspecto nuevo o del que no me había dado cuenta en anteriores partidos, sea el efecto “paralizante” que, en algunos de nuestros jugadores, provoca ese tipo de superioridad del contrario. Da la sensación de que se ven desbordados, pierden el sitio y están, en ocasiones, totalmente atenazados, cuando seguro que pueden dar mucho más de sí. Supongo que esto también sea corregible y forme parte de lo que les queda por aprender, es importante que al menos lo intenten. En cualquier caso, felicitarles porque no es fácil mantener el tipo en estos casos, no olvidemos que son niños, y su lección de pundonor jornada tras jornada debe servirnos para animarles. Que nadie piense que vamos a venirnos abajo, podremos perder por veinte, treinta o cuarenta, pero seguiremos ahí hasta el final, y como un ejemplo vale más que todas estas divagaciones mías, contaros que lo primero que oí al entrar en el vestuario para darles el pequeño detalle que se les suele entregar en cada encuentro, fue: “el próximo partido es contra un equipo como nosotros”, palabras textuales de Mario “el llanero solitario”, y ese espíritu creo que es el que debe prevalecer, olvidar de inmediato una derrota para pensar en el siguiente partido con la misma ilusión de siempre. Puede que alguno de estos jugadores llegue a jugar campeonatos importantes, que obtengan victorias y cosechen derrotas, pero si un día pierden un campeonato o una copa o un ascenso por un gol en el último minuto, quizá se acuerden de estas goleadas y el dolor sea más llevadero. Esto se puede extrapolar a otros aspectos de la vida, al fin y al cabo el fútbol es como una vida de noventa minutos, y de todo se puede aprender.
    Es aconsejable tener paciencia, especialmente los entrenadores; como padres sabemos lo difícil que resulta que los niños te escuchen, la educación es un trabajo diario. Finalmente, una nueva mención a la hinchada de este equipo, su comportamiento ejemplar empieza a ser un referente, y con ello los niños ya tienen algo ganado.
                                         ¡ÁNIMO!                

                                                                                          Roberto Bances










































































































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